Las sales minerales son esenciales para nuestro cuerpo, porque intervienen en la elaboración de tejidos y hormonas, así como en otras importantes funciones orgánicas. Las sales de Schüssler, deben su nombre al Dr. Wilhelm Heinrich Schüsller, quien las dio a conocer.
Schüssler acuñó el término bioquímica, para referirse a los procedimientos y reacciones que se producen de manera natural en el cuerpo, así como al tratamiento desarrollado por él en sus investigaciones.
Los principios básicos de la bioquímica señalan que las enfermedades se deben a una deficiencia de los minerales necesarios para vivir, y que es posible sanar mediante la administración de estos minerales.
Schüssler desarrolló su terapia con base en las 12 sales, que normalmente presentes en los alimentos y en nuestro organismo. Pues descubrió que la ingesta de estas sales pulverizadas podían restaurar funciones corporales y corregir trastornos funcionales del organismo.
Cada una de las sales cumple diferentes funciones, por lo que su uso dependerá de la patología, síntomas o desequilibrio corporal a tratar, y se administran en forma de polvo, pastillas o gránulos que se colocan bajo la lengua para su absorción.
La característica principal de las sales de Schüssler es que su principio activo está diluido y dinamizado homeopáticamente. Es decir, potenciado de acuerdo con la nomenclatura homeopática.
Debido a que se absorben fácilmente, pueden llegar al tejido u órgano afectado en las concentraciones adecuadas para compensar el déficit de minerales, y así regular el metabolismo celular y estimular la curación.
Sin embargo, conviene aclarar que las sales de Schüsler no son un tratamiento médico, sino un complemento potenciador.
Cómo funciona el programa Healy de Sales de Schüssler
Según la física, ciencia que estudia la materia y relación entre esta, la energía, el tiempo y el espacio, toda la materia está formada por átomos, y estos por electrones, protones y neutrones.
Todo el universo está hecho de materia y energía, y esta última hace que los átomos estén en constante movimiento, mediante una propagación de onda de energía que denominamos vibración y que se considera como una oscilación.
La cantidad de veces que oscila una onda de energía durante un segundo es lo que se conoce como frecuencia. Toda materia tiene una cierta frecuencia, y el fenómeno de coincidencia entre una frecuencia interna y otra externa se denomina resonancia.
La tecnología de Healy es capaz de identificar cuál es nuestra frecuencia, y además suministrarnos las frecuencias adecuadas para corregir o armonizar nuestros desequilibrios bioenergéticos.
Además de identificar, mediante la lectura de frecuencias, las posibles deficiencias de sales minerales, Healy puede suministrar las frecuencias en resonancia con cada una de estas para obtener o potenciar sus efectos, maximizando los resultados de la terapia.
Cuáles son las sales de Schüssler y sus aplicaciones
Calcium phosphoricum (fosfato cálcico)
Es la llamada sal del crecimiento y de la vitalidad, interviene en la mineralización de los huesos y formación de los dientes. También contribuye en la coagulación de la sangre, y mejora el intercambio de nutrientes al permeabilizar la membrana celular. Es indicada en problemas de crecimiento, sangrado nasal habitual, y para la recuperación de fracturas.
Ferrum phosphoricum (fosfato de hierro)
Esta sal se encarga de garantizar la correcta asimilación del hierro de los alimentos, así como de fijar el oxígeno en la hemoglobina, por lo que se asocia con todo lo concerniente a la circulación de la sangre. Resulta útil en casos de anemias, hemorragias, mala circulación, calambres, menstruación y dificultades de concentración.
Kalium phosphoricum (fosfato potásico)
Es la principal responsable de mantener activo y nutrido el sistema nervioso, así como el tejido muscular. Un déficit de esta sal puede dar lugar a trastornos como depresión, insomnio, estrés y agotamiento mental. Por lo que se recomienda su uso para recuperar el equilibrio emocional y también en casos de debilitamiento de músculos.
Natrum phosphoricum (fosfato de sodio)
Es la que se encarga de neutralizar los ácidos y de la formación de los fluidos del organismo, e interviene en el metabolismo de las grasas. Además, regula el equilibrio ácido-base del organismo. Se indica en casos de reflujo, gota, hiperuricemias, reuma, vómitos, dolores digestivos, diarreas y síntomas ligados a procesos degenerativos.
Magnesia phosphorica (fosfato magnésico)
Esta sal interviene en la formación de huesos, músculos y nervios. Además, disminuye los impulsos nerviosos que conducen a los músculos, por lo que es analgésica y antiespasmódica. Alivia dolores de tipo nervioso, espasmos, calambres, dolores agudos, neuralgias, ciáticas, cólicos y dolores menstruales.
Kalium chloratum (cloruro potásico)
Trabaja junto con el cloruro de sodio en la regulación de la excitación nerviosa y muscular, y también interviene en la formación de las secreciones de las mucosas, y la regulación de los líquidos corporales. Es indicada para tratar congestión nasal, conjuntivitis y bursitis, además de inflamaciones e infecciones de la piel, como eccemas, herpes y quemaduras.
Natrum sulphuricum (sulfato sódico)
Es la que se encarga de la eliminación del exceso de líquido en páncreas, vesícula biliar e intestino. Pues es un estimulante metabólico y depurativo, útil en trastornos hepatobiliares, y también para paliar problemas de estreñimiento, diarrea, cólicos, reuma, erupciones en la piel con ampollas, acné y todo lo relacionado con la purificación de los órganos o desintoxicación.
Natrium chloratum (cloruro sódico)
Esta sal equilibra el agua en el cuerpo. Por lo que una alteración de esta puede provocar sequedad o exceso de líquidos en las mucosas. Resulta útil durante la lactancia, y también en los casos de ojos secos o llorosos, caspa, piel seca, diarreas, estreñimiento, edemas y resfriados con congestión nasal.
Calcium sulfuricum (sulfato cálcico)
Se encarga de purificar el organismo, pues participa en la eliminación de desechos, estimulando el hígado para acelerar la detoxificación. Se indica para supuraciones crónicas, conjuntivitis, sinusitis, otitis, bronquitis, y todos los casos en los que se requiere eliminar desechos como pus y bacterias.
Kali sulphuricum (sulfato de potasio)
Es llamada la sal de la piel y de los procesos crónicos. Transporta el oxígeno dentro de las células junto con Ferrum phosphoricum, e interviene en la curación de alteraciones de la piel. Ayuda a reducir inflamaciones crónicas, catarros purulentos de mucosas de tipo crónico, catarro gastrointestinal, hepatitis y nefritis.
Calcarea fluorica (fluroruo cálcico)
Se encarga de proporcionar elasticidad y fortaleza a los tejidos, piel, huesos, dientes y articulaciones. Facilita la reabsorción de tejidos endurecidos y es útil en alteraciones como arrugas, estrías, hemorroides, varices, dientes con caries, callos, verrugas, debilidad conjuntiva, falta de sostén corporal o debilidad postural.
Silicea (óxido silícico)
También llamada sal cosmética, forma parte de piel, uñas, cabello y tejido conjuntivo. Aumenta la resistencia general del organismo y activa la formación del colágeno. Útil en problemas de arterias, arrugas, supuraciones crónicas, fístulas, formación de quistes y accesos, hiperhidrosis, y trastornos en uñas y cabello.
